Maite Torrontegui

Prejubilada desde hace tres años, Maite pasa la mayor parte de su tiempo dedicada a estar cerca de sus familiares: sus tres hijas y sus nietos. Se define como alguien muy familiar. Se separó de su marido hace muchos años pero prefirió no rehacer su vida y centrarse en la felicidad de sus hijas. El contacto con la naturaleza (le encanta caminar por el monte) así como con los animales, son otros de los placeres de su vida. De hecho, su amor por los animales le llevó a desear convertirse en veterinaria cuando era joven, pero su padre le hizo desistir y le empujó al mundo de la empresa, donde pasó todos sus años como trabajadora. Aunque muchas veces se arrepiente de no haber desarrollado su verdadera vocación, asegura que está contenta con la vida que ha llevado y que si se muriese mañana, lo haría en paz consigo misma. Espera seguir teniendo objetivos y metas que cumplir. El no conformarse con la que ya tiene le ayuda a seguir hacia adelante.